Fuente: El País
Este año, el Premio Pritzker ha sido otorgado a las arquitectas y educadoras Yvonne Farrell y Shelley McNamara de Grafton Architects.
Con sede en Dublín, Irlanda, las galardonadas son reconocidas por sus intervenciones contextuales y modernas que están atentas a la historia, demostrando altos niveles de sensibilidad y artesanía.
En poco más de 40 años, el dúo ha completado numerosos proyectos que ayudaron a mejorar las ciudades y responder a las necesidades locales en Irlanda, Reino Unido, Francia, Italia y Perú.
En constante diálogo con el entorno, las arquitectas explican que su trabajo es una búsqueda continua de «una arquitectura que se encargue de intensificar las relaciones de la arquitectura con su contexto».
El trabajo de Yvonne Farrell y Shelley McNamara siempre ha girado en torno a los seres humanos. En realidad, su sentido de escala y proporción les ayudó a generar espacios íntimos en entornos relativamente hostiles. En ese sentido, McNamara afirma que “la arquitectura es un escenario para la vida humana. Nos conecta con el mundo de una forma que posiblemente ninguna otra disciplina podría.”